"La fuerza de no dejarse caer: una futura periodista con mirada social"

Foto suministrada por Maria Fernanda Martell Ruiz

Introvertida, ansiosa y responsable. Así se describe Maria Fernanda Martell Ruiz, joven

mayaguezana cuya pasión por el conocimiento, el análisis político y los temas sociales

la han encaminado hacia la carrera que hoy persigue, el periodismo. Martel Ruiz, creció

en un hogar donde en donde las conversaciones de política e historia nunca faltaban,

esto despertó en ella la curiosidad por entender cómo funcionaba el mundo y cómo se

podía ayudar a la sociedad puertorriqueña.

Aunque en sus planes iniciales estaba estudiar periodismo en San Juan, decidió

aplazar esa meta y en cambio estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

en el Colegio de Mayagüez y no se arrepiente. "Me siento segura con mi background

en ciencias políticas", afirma con convicción. Hoy, esa base académica fortalece su

mirada crítica y su deseo de comunicar con propósito.

Compromiso, responsabilidad y resiliencia son tres palabras que definen su carácter.

"No me puedo dejar caer", asegura. Esa mentalidad es la que la impulsa a seguir

adelante, incluso cuando la ansiedad le pone obstáculos en el camino. Trata de

enfocarse en lo positivo, optando por ver lo bueno en cada etapa de la vida.

Apasionada por la política, reconoce que sus ideales están marcados y que, por eso

mismo, a veces le resulta difícil ser totalmente imparcial. Sin embargo, su interés

genuino por entender las estructuras del poder y darles voz a los temas que afectan a

las comunidades más vulnerables la lleva a soñar con un futuro como periodista

documentalista. “Me gustaría trabajar con problemas sociales y cultura”, cuenta.

Aunque aún no tiene definido su estilo como periodista, reconoce que le hace falta

experiencia para poder afirmarlo con certeza. “Sería muy prematuro decir cuál sería mi

estilo como periodista”, admite con humildad, pero con la seguridad de que está en el

camino correcto.

En su tiempo libre, disfruta de la tranquilidad de su hogar. Ver películas, comer snacks

y sumergirse en documentales forman parte de su ritual personal. Un espacio donde se

recarga, se encuentra consigo misma y alimenta esa curiosidad que, poco a poco, se

transforma en vocación.